En Comisión de Hacienda: CRUCH expone propuestas para mejorar proyecto FES y asegurar sustentabilidad universitaria

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En la Comisión de Hacienda de la Cámara, el vicepresidente ejecutivo del CRUCH, Emilio Rodríguez sostuvo que el FES representa un avance, pero requiere “mejoras significativas” para garantizar la sustentabilidad financiera de las universidades y responder a las necesidades del sistema en su conjunto. El CRUCH plantea 4 propuestas clave.

En relación al CAE, Rodríguez señaló que para el Consejo su continuidad “no es viable ni en el mediano ni en el largo plazo”.

El vicepresidente ejecutivo, Emilio Rodríguez, expuso ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputadas y Diputados el análisis, las reflexiones y propuestas elaboradas en los últimos meses por el Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), respecto de la necesidad de terminar con el Crédito con Aval del Estado (CAE) y las mejoras que requiere el proyecto de ley que crea el nuevo Sistema de Financiamiento para Educación Superior (FES).

En la sesión de este martes 1° de julio en Valparaíso, el rector Rodríguez (Universidad de Tarapacá) comenzó señalando que la presentación no respondía a intereses particulares de las instituciones, sino que “es una posición desde la mirada del sistema de educación superior, es decir, asumiendo el rol asesor que tiene el CRUCH”.

En relación al CAE señaló que para el Consejo “su continuidad no es viable. No es viable ni en el mediano ni en el largo plazo”. Argumentó que tiene deficiencias estructurales, como las condiciones gravosas para las y los estudiantes, el bajo nivel de recuperación de la deuda, la falta de regulación y fiscalización efectiva, y el elevado gasto fiscal en compra de carteras y garantías.  

Según datos del año 2024, indicó que hay una altísima morosidad, correspondiente al 84% de  estudiantes que han desertado de sus carreras y de aproximadamente un 60% de quienes han egresado. En este escenario, detalló que el Estado cada año tiene que enfrentar y pagar las garantías de este crédito, lo que ha ido incrementándose. Al año 2014 eran 8 mil 117 millones de pesos, pero el año 2024 son 357 mil 400 millones de pesos. 

“¿Cuánto más puede el Estado seguir financiando a este ritmo?”, reflexionó el rector, agregando que “parece que el Estado debe colocar restricciones. Eso se llama restricción presupuestaria, se llama responsabilidad presupuestaria y nosotros creemos que el CAE no la garantiza hoy día”. En definitiva, el CRUCH sostiene que el CAE es una política pública insostenible y es imprescindible sustituirlo. 

En cuanto al nuevo proyecto de ley en discusión, Rodríguez valoró la voluntad política de avanzar hacia un sistema más justo y eficiente, pero fue enfático en plantear que el diseño del FES aún presenta elementos que podrían comprometer la estabilidad financiera de las instituciones de educación superior, especialmente aquellas con vocación pública y funciones complejas.

FES: principales planteamientos CRUCH 

Si bien el CRUCH reconoce que el proyecto de ley “corrige las distorsiones del sistema anterior, mejora la eficiencia administrativa, y genera un plan de condonación de deudas más eficiente a través de la Tesorería General de la República”, el proyecto de ley “aún requiere mejoras que sean significativas (…) Esas mejoras son esenciales para que realmente el sistema sea sustentable”, advirtió el vicepresidente ejecutivo.

El CRUCH también valora que el nuevo proyecto introduce regulaciones de transparencia y límites a la matrícula financiada con recursos fiscales en instituciones privadas, exigiendo calidad y rendición de cuentas. Además, “se elimina el artículo 108 (de la Ley 21.091), que también es un tema importante porque genera una pérdida para todo el sistema y alivia la carga financiera de los estudiantes. Además, algo que para el CRUCH es importante es que permite el uso de los excedentes del Fondo de Crédito Solidario (para fines institucionales definidos por ley, fortaleciendo la gestión universitaria)”, puntualizó Rodríguez.

En cuanto a las condiciones necesarias para avanzar con el FES, el CRUCH expuso cuatro propuestas fundamentales de mejora para garantizar la sustentabilidad financiera de las universidades y la viabilidad del sistema en el largo plazo:    

  1. Inclusión de copago para los deciles 7 a 9. De acuerdo a los análisis del CRUCH, la eliminación del copago en estos tramos implica un riesgo significativo para el financiamiento institucional, dado que dichos aportes representan una proporción relevante de los ingresos de muchas universidades. Esta medida podría afectar directamente la viabilidad de las funciones complejas que desarrollan las universidades (investigación, postgrado, vinculación), sin que exista una compensación adecuada en el nuevo sistema. Por ello, se propone reinstaurar el copago en los deciles 7 a 9, mediante un esquema progresivo en función del nivel de ingresos familiares, similar a lo establecido por la Ley 21.091. Esta fórmula no implica un aumento del gasto fiscal, mantiene los niveles actuales de ingreso para las universidades en gratuidad. Se subraya además que una eventual reforma en esta línea debe ser implementada de forma gradual, permitiendo monitorear sus efectos y resguardar la sostenibilidad institucional.
  2. Garantía de transferencias oportunas. Uno de los riesgos más señalados por las universidades es la incertidumbre respecto de la oportunidad y continuidad de las transferencias desde el Estado. En un sistema basado en la demanda, el cumplimiento oportuno de los pagos es esencial para la operatividad de las instituciones. Se requiere que el proyecto incorpore mecanismos claros que aseguren la entrega de recursos en plazos definidos y sin interrupciones, permitiendo una planificación financiera responsable por parte de las universidades y protegiendo su capacidad para desarrollar funciones esenciales.
  3. Establecimiento de un tope a la contribución futura. El proyecto, en su estado actual, no contempla mecanismos para limitar los aportes totales que deben realizar los beneficiarios del FES. Esto puede resultar en retribuciones excesivas en el caso de personas con altos ingresos, desincentivando la adhesión al sistema. Se propone definir un tope razonable a la contribución, por ejemplo, vinculando el aporte máximo al límite imponible o al costo real de formación. Esta medida asegura la viabilidad a largo plazo del sistema, y evita efectos de segregación.
  4. Posibilidad de financiamiento parcial vía FES. El proyecto no contempla la opción de que estudiantes puedan acceder a un financiamiento parcial, lo cual restringe la flexibilidad del sistema. Muchas familias hacen esfuerzos por evitar el endeudamiento completo de sus hijos, y en contextos donde existen becas privadas o apoyos familiares, la imposición de un financiamiento total obligatorio puede ser contraproducente. Se propone permitir que los estudiantes definan el porcentaje de cobertura requerido del FES, permitiendo su adaptación a contextos diversos sin afectar la certeza financiera de las instituciones. Esto incentivaría la adhesión al instrumento y mantendría la corresponsabilidad en el financiamiento.

Adicionalmente, el vicepresidente del CRUCH enfatizó que “no se puede dejar este diálogo sin plantear que es necesario un sistema integral de financiamiento, porque el FES en realidad es un financiamiento de la docencia, pero aquí no está la investigación, aquí no está el posgrado, aquí no hay otros elementos que son sustantivos y que marcan la diferencia precisamente en el desarrollo de los países, que son la ciencia, el conocimiento, la tecnología, la innovación”. 

En esta línea, para el Consejo es imprescindible establecer un marco sistémico que permita evaluar el impacto de los distintos mecanismos de financiamiento a partir de la calidad, la estructura y la misión de las instituciones. Por ello, se propone avanzar hacia una arquitectura de financiamiento institucional estable, diferenciado y coherente con los desafíos del país, que complemente el financiamiento estudiantil y permita una planificación estratégica de largo plazo.

Para finalizar, Rodríguez sostuvo que “el financiamiento no puede seguir dependiendo solo de la demanda. Necesitamos una política de Estado que garantice la sostenibilidad del sistema en su conjunto”.

Texto y fotografía: Comunicaciones CRUCH