
Comisión de Bibliotecas
La actividad, organizada por la Comisión de Bibliotecas del Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas, entregó hallazgos inéditos sobre la biblioteca personal que mantuvo la poeta en la última época de su vida.
En el año del 80° aniversario del Premio Nobel otorgado a Gabriela Mistral, la Comisión de Bibliotecas (CABID) del Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) brindó un homenaje a la poeta chilena para celebrar el Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor, a través del conversatorio virtual titulado “El tesoro Mistraliano: la biblioteca personal de Gabriela como patrimonio espiritual” que invitó a las comunidades universitarias y público de todo el país, a descubrir una perspectiva desconocida y reveladora del legado mistraliano.
La actividad fue inaugurada por la rectora de la Universidad de La Serena (ULS), Dra. Luperfina Rojas, quien, como representante CRUCH en la Comisión Nacional de los 80 años de la Premio Nobel, destacó la relevancia de Gabriela Mistral, no solo como escritora, sino como una figura fundamental en la historia educativa y cultural de Chile. Durante su intervención, expresó que “este conversatorio refleja el legado de una de nuestras más grandes autoras y también el espíritu colaborativo que nos inspira como instituciones públicas de educación”.
Una aproximación inédita: el valor de su biblioteca personal
El conversatorio abordó la investigación en torno a la biblioteca personal de Gabriela Mistral -reunida en la colección Doris Atkinson, custodiada, en parte, por la ULS-, una fuente poco explorada que ofrece claves esenciales para comprender su pensamiento en las últimas décadas de su vida.
Dos destacadas académicas de la Universidad de La Serena, la coordinadora del Centro Mistraliano, Dra. Desirée López de Maturana, y la investigadora y Magíster en Estudios Latinoamericanos, Kamila Muñoz, guiaron a las/os asistentes a través de un recorrido por los textos que marcaron la búsqueda existencial y espiritual de la poeta: los suministrados dadivosamente por profesor y periodista Bernardo Ossandón en su etapa temprana y, principalmente, los adquiridos de forma posterior a la muerte de Yin Yin, en una época madura, de enorme dolor y búsqueda espiritual.
“En esta última colección -compuesta por obras de diversas líneas espirituales como hinduismo, rosacruces, teosofía, alquimia, el poder de la mente, botánica oculta y autores como Steiner, Blavatsky , Eliphas Levi, Paracelso, Pitágoras, entre muchos otros, que tienen que ver con una línea metafísica del conocimiento-, Gabriela dejó no solo subrayados reveladoras frases, sino también anotaciones personales que evidencian su profunda reflexión sobre la vida, la muerte y el sentido trascendental de la existencia, mostrando a una autora que dialogaba activamente con las corrientes del conocimiento espiritual más avanzado de su época”, señaló López de Maturana.
El conversatorio no solo permitió trazar con mayor precisión la trayectoria espiritual de Gabriela Mistral, sino también proyectarla como una figura paradigmática cuyo pensamiento sigue irradiando sentido para investigadores/as, educadores/as, lectores/as y ciudadanos/as contemporáneos/as. Más allá de la experiencia estética, este acervo otorga una dimensión cognitiva y transformadora de la lectura, en la que el acto lector se convierte en vehículo de autoconocimiento y búsqueda trascendental.
Entre las anotaciones manuscritas encontradas en el Cuaderno 53 de esta colección- y las frases subrayadas con un habitual azul de madera, emergen expresiones como “seremos rehechos”, “no vivas en el presente ni en el futuro, sino en lo eterno”, “ha de buscar también el infinito latente en cada forma” o “la transmutación de los metales inferiores en oro alude a la transmutación de los cuerpos densos en espíritu”, que configuran una cartografía simbólica de la interioridad, un mapa orientado hacia una praxis espiritual donde la palabra escrita se torna herramienta de transformación y apertura hacia lo eterno.
En esta misma línea, la Dra. López de Maturana advierte que la investigación ilumina un componente poco explorado del corpus mistraliano: su deliberada ruptura con los dogmas religiosos y las matrices epistémicas heredadas del colonialismo. Influida por las corrientes del liberalismo ilustrado y por una lectura crítica de la tradición occidental, Gabriela Mistral se distancia de las visiones impuestas desde el canon hispano, al que denuncia como clasista, reduccionista y reproductor de lógicas de sujeción. En su lugar, articula un pensamiento autónomo, nutrido por una espiritualidad no dogmática y un humanismo radical, orientado a la emancipación del sujeto y a la descolonización del saber.
Otra faceta de la investigación es aquella donde, a partir del camino trazado por las lecturas de la poeta, la investigadora Kamila Muñoz desarrolla un juego de autoconocimiento que será lanzado el próximo 6 de junio, denominado “Arcana: Los signos del fuego”.
La importancia de la memoria bibliográfica
La charla abrió también una reflexión sobre el valor de este patrimonio, actualmente disperso en museos y bibliotecas chilenas, no solo como archivo documental, sino como una guía profunda frente a las preguntas más urgentes de nuestro tiempo.
En medio de una época marcada por la crisis de sentido, las huellas que dejó Gabriela ofrecen claves de sabiduría para pensar nuestras sociedades. Las universidades, en este contexto, tienen un rol insustituible como mediadoras entre estas memorias y el futuro.
El cierre de la jornada estuvo a cargo de la presidenta de la Comisión de Bibliotecas del CRUCH y directora de Bibliotecas de la Universidad de Concepción, Karen Jara, quien agradeció la amplia participación y destacó la colaboración de las personas e instituciones que hicieron posible el conversatorio. “Como presidenta de CABID, fue un honor participar en este conversatorio que nos permitió acercarnos al legado de Gabriela Mistral a través de su biblioteca personal. Actividades como esta refuerzan la importancia de nuestras bibliotecas universitarias como espacios de memoria, inspiración y construcción de identidad”, señaló.
Texto y fotografías: Sub-comisión de Comunicaciones CABID